La Denominación de Origen Calificada Rioja ha movido ficha. En el pleno celebrado ayer miércoles 7 de junio aprobó la regulación de los llamados ‘viñedos singulares’, una identificación que permite establecer el origen del vino en un paraje concreto para, de ese modo, diferenciarlo del resto de su entorno. Asimismo, la institución con sede en Logroño amparará, por primera vez, la producción de vinos espumosos blancos y rosados de calidad y ha anunciado que “de manera inminente” abordará la revisión de la mención de subzonas y municipios en el etiquetado, un extremo sobre el que aún no existe consenso. El convencimiento por parte de los responsables de la institución y la presión ejercida desde hace años por bodegas críticas han favorecido los cambios.
El Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja aprobó ayer miércoles 7 de junio la regulación de los llamados ‘viñedos singulares’, un sistema de identificación que permite establecer el origen del vino en un paraje concreto. “Se concilia así”, en opinión del organismo, “el interés tanto de los elaboradores por poner en valor este tipo de vinos, que ya estaban ofreciéndose al mercado, como de los líderes de opinión y consumidores finales que demandaban una mayor información en la propia etiqueta”.
Según las mismas fuentes, el CRDO Ca Rioja inició hace dos años una nueva etapa para dar respuesta a las inquietudes de la demanda del mercado y a la búsqueda de nuevos argumentos de valor que permitieran “afianzar y reforzar el liderazgo que ostenta y posicionarse como una de las regiones referente del segmento de vinos de calidad en el mercado mundial, objetivo primordial fijado por su Plan Estratégico 2005-2020”.
“El primer hito”, añaden, “fue la revisión de las definiciones de sus categorías tradicionales Reserva y Gran Reserva, con la determinación de un período mínimo de permanencia en botella en la primera, que sería obligatorio desde el 1 de enero de 2019, y la flexibilización de uno de los años de envejecimiento en botella en la segunda, junto con la posibilidad de elaborar vinos monovarietales blancos a partir de cualquiera de las variedades autorizadas. Responden estas iniciativas a la búsqueda de mejora cualitativa continua y a la excelente respuesta que el mercado está dando a los vinos de Rioja”.
“El segundo”, a juicio del consejo regulador, “hito ha tenido lugar en el día de hoy (por ayer), tras la aprobación por el Pleno del Consejo Regulador de la DO Ca Rioja, de la regulación para identificar la procedencia de vinos de ‘viñedos singulares’, como respuesta al interés del mercado por obtener más información sobre la procedencia cuando el origen tiene lugar en un paraje concreto”.
Se pone en marcha el proceso que permitirá consignar estas menciones en los documentos de garantía de las ya categorías actuales de los vinos de Rioja, - Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva-, “que persisten como base de la regulación y se verán reforzadas por esta información adicional, vinculada directamente al terruño y al origen, y que reflejará la gran diversidad del actual panorama vitivinícola riojano”.
Diferenciar un viñedo concreto, subzonas y municipios
La nueva mención busca diferenciar de su entorno un viñedo concreto de un paraje “y plantea unas exigencias acordes con la política de calidad y de autenticidad que se ofrecen a los consumidores por parte del Consejo Regulador”. “Así, por ejemplo”, especifica el consejo, “será preciso justificar técnicamente la delimitación natural del ‘viñedo singular’, que responderá a una titularidad prolongada en el tiempo, cuya edad debe superar los 35 años, y cuyos rendimientos serán más de un 20% inferiores a los autorizados para el conjunto de la Denominación de Origen. Será un viñedo equilibrado y de vigor limitado, para el que se exigirá vendimia manual y trazabilidad de la producción, con control previo, así como doble evaluación cualitativa (la calificación inicial y otra valoración previa a la salida al mercado), que en el último caso deberá ser ‘excelente’”.
De la misma forma es intención del Consejo Regulador “abordar también de manera inminente la puesta al día de la regulación de la mención de subzonas y municipios en el etiquetado, con la intención de ofrecer una mayor información al consumidor”. No obstante, se trata de un capítulo que en este momento no goza de unanimidad, lo que ha originado precisamente que el posible acuerdo se posponga.
Amparo a los vinos espumosos
Como novedad, Rioja amparará, por primera vez, la producción de vinos espumosos blancos y rosados de calidad. El Pleno del Consejo Regulador ha decidido adaptar su normativa para que permita acoger este tipo de vinos, completando su actual gama de vinos tranquilos (tintos, rosados y blancos) con un nuevo producto de calidad y prestigio, obtenido mediante el método tradicional, mención que se incorporará en los documentos de garantía actuales y que reflejará específicamente el etiquetado.
Para la elaboración de estos vinos se permitirá trabajar con todas las variedades, delimitando la graduación a un rango entre 11 -13º en producto terminado, limitando su rendimiento de transformación respecto del generalmente autorizado, así como una doble evaluación cualitativa, con una valoración físico – química y organoléptica previa a la salida del mercado. Un período mínimo de permanencia de 15 meses para la segunda fermentación, que se elevaría hasta 36 meses en los de más alta gama, ilustra, sobre el tipo de espumoso que pretende ofrecerse al mercado.