Se muestra contrario a la uniformidad que, a su juicio, caracteriza actualmente a muchos de los vinos que se comercializan en casi todas las denominaciones de origen de España. Casi todos los robles, tan de moda en los últimos años, siguen, en su opinión, un mismo patrón que los encasilla en el apartado de vinos sin personalidad, carentes de ‘alma propia’.
Pedro Antonio Elena Viadero (Madrid, 1969) apuesta por la elaboración de vinos que emocionen a sus consumidores. Para conseguir este objetivo pone el foco en la cepa. El viñedo es el germen de lo que finalmente tiene que ser un vino con identidad propia, alejado de uniformidades impersonales.
Después de estudiar en la Escuela de la Vid y el Vino de Madrid durante los años 92 y 93 y con su título de Técnico Especialista en Viticultura y Enología tras haber tenido unos comienzos titubeantes en la Escuela de Ingenieros Agrónomos que no llegaron a fructificar, Pedro Antonio (Perico para todo el mundo) comenzó a trabajar en Explotaciones Valduero, la bodega de Ribera del Duero en la que tiene antecedentes familiares. Desde entonces su curriculum se ha ido nutriendo de experiencias en distintas bodegas, sobre todo de Ribera del Duero, aunque con algunas excepciones, como su paso entre 1995 y 1996 por la riojana Valgrande (perteneciente al Grupo Valduero), la manchega Vidal del Saz o los tres meses que pasó en 1995 haciendo un stage de aprendizaje en Burdeos, en Chateâu Mocailloou.
Pedro Antonio Elena Viadero se ha consagrado como uno de los mayores expertos en la elaboración de tempranillos en la Ribera del Duero. Fotografía: Paco Santamaría.
Ribera del Duero
Desde el año 2000 es el director técnico y enólogo de Bodegas Torres de Anguix y desde 2007 asesora enológicamente a Bodegas Pagos de Matanegra, ambas enclavadas en la Ribera del Duero. Al mismo tiempo, Pedro Antonio Elena ha sucumbido al reto de elaborar vinos en entornos geográficos y climáticos no muy favorables. Por ello, dirige la elaboración del “Lusia” un tinto de mencía del que se comercializan 15.000 botellas en la población cántabra de Liébana y un blanco, que ya no elabora, “La bella y la Bestia”, una mezcla de godello y gewürtraminer que comercializa desde Villafufre (Cantabria) Bodegas Señorío de Pas.
Pedro Antonio también ha prestado sus servicios en otras bodegas situadas en Castilla y León como Marqués de Riscal (prácticas en 1993) y Bodegas Valpincia (1997, 98 y 99). Igualmente, ha trabajado para el Centro de Investigación y Formación Agraria del Gobierno de Cantabria (CIFA) y forma parte del Comité de Cata del CRDO Ribera del Duero. A lo largo de su trayectoria profesional en Torres de Anguix y Pagos de Matanegra, se ha consagrado como uno de los mayores expertos en la elaboración de tempranillos en la Ribera del Duero, consiguiendo elaborar vinos de guarda de gran calidad muy aplaudido por la crítica y el público.
Elena Viadero se define a sí mismo como un enólogo sensato e innovador que trabaja para conseguir vinos con personalidad. Nada mejor que su experiencia en Cantabria para mostrar esas características, desempeñándose con maestría en circunstancias extremas para el cultivo de la viña, creando un producto lo más natural posible aprovechando la calidad que atesoran los viñedos y el terruño y respetando siempre las características que transmiten a la copa.