“¡El mercado de graneles está cambiado!”. No es raro escuchar este comentario en boca de distintos profesionales que operan en transacciones de vinos a granel. Un sector en permanente evolución en donde tanto sus actores como hábitos de compra llevan casi una década asimilando cambios. Estos cambios se deben básicamente a la evolución de las necesidades de los compradores. Unos compradores que están desplazando su actividad cada vez más hacia el lado de la distribución-comercialización, dejando del lado el aspecto “bodega” en sus modelos de negocio.
Una de las consecuencias inmediatas de esta evolución es la necesidad, por parte de los compradores, de conseguir de sus proveedores vinos cada vez más acordes con las necesidades de sus mercados, así como un mayor grado de terminación y “acabado” de los mismos.
Poder vender nuestros graneles en rama es casi historia. Vinos clarificados, centrifugados o filtrados se están convirtiendo cada vez más una exigencia de los compradores hacia sus proveedores de graneles.
Vinos filtrados y estabilizados. Un paso más en esta tendencia
En esta línea de tendencia están los graneles comercializados como “ReadyForBottling” (listos para embotellar). Vinos filtrados y estabilizados que los clientes pueden pasar casi directamente a sus líneas de embotellado, ganado así tiempo y ahorrando espacio y procesos de bodega.
Contrariamente a como algunos elaboradores de graneles lo ven, a nuestro juicio estas exigencias suponen una oportunidad de ganar nuevos mercados y fidelizar clientes de graneles para aquellos que sepan aprovecharlo. Oportunidad de agregar valor a nuestro producto y diferenciarlo de la competencia. Máxime cuando a día de hoy es posible contratar estos tratamientos a empresas externas a un coste fijo por litro fijado con antelación.
En nuestra empresa, llevamos casi una década estabilizando tartáricamente vinos con sistemas de frío continuo, y hemos podido observar la evolución creciente de este tipo de ventas en nuestros clientes. La rapidez del proceso, así como su coste ajustado, permiten al productor de granel implementar este proceso en su oferta de producto prescindiendo de inversiones y cumpliendo con los plazos que el comprador le marque.
El proceso de estabilización de vinos en continuo, amén de tener unos costes y rendimientos perfectamente compatibles con las demandas de los clientes, no requiere de equipamientos especiales en la bodega y su consumo energético es casi insignificante al estar los equipo dotados de recuperadores térmicos. Eficaz tanto en blancos como en rosados y tintos, ofrece los mejores resultados tanto como método único como combinado con métodos de intercambio catiónico. El resultado son vinos filtrados, estabilizados tartáricamente y atemperados a condiciones de bodega. Tales características permanecen en el tiempo por largos que sean los plazos de retiradas de vino por el comprador.
Como productores de graneles, y desde nuestra posición de proveedores de unos mercados determinados, hemos de ser conscientes de que nuestras posibilidades de éxito mejorarán en tanto en cuanto seamos capaces de satisfacer, de la manera más eficaz posible, las necesidades de nuestros clientes ayudándoles de ese modo a ser más eficientes y competitivos en sus mercados respectivos.
“La creatividad simplemente consiste en conectar cosas” –Steve Jobs
Para contactar
Ventura Martínez Herrero.
Director técnico de Tratamientos de Vinos Cándido
Tel +34 652917766
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