Cooperativas Agro-alimentarias de España prevé que la producción de vino y mosto en la vendimia 2020 alcanzará entre 43 y 44 millones de hectolitros, lo que significa un aumento del 14% respecto a la campaña anterior, si bien las temperaturas y la posibilidad de lluvias durante el mes de agosto determinarán la cosecha final. En Castilla-La Mancha, primer productor mundial, las previsiones apuntan a los 25,5 millones de hectólitros, un 27% más que el año pasado. La diferente evolución entre la comunidad castellanomanchega y el conjunto del país se debe a la desigual incidencia de diversos episodios meteorológicos y enfermedades criptogámicas.
Según fuentes de la organización cooperativa, las lluvias en el inicio de la brotación y la ausencia de heladas hacen prever una vendimia buena en cantidad y en calidad, en zonas como Castilla-La Mancha, aunque, sin embargo, en Cataluña, Extremadura y otras zonas productoras, anticipa una reducción de la producción respecto al año pasado, debido al mildiu que ha aparecido en la mitad norte del país y a las elevadas temperaturas del verano que han afectado al viñedo de secano. También hubo, señalan, algunos episodios de granizo en zonas localizadas.
“Total incertidumbre”
Ángel Villafranca, presidente del sector vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ha destacado que “la situación que atraviesa el sector es de total incertidumbre”. A las consecuencias económicas del Covid-19 por el cierre del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), la ausencia de turismo internacional y la cancelación de fiestas y celebraciones, se une la revisión de los aranceles prevista por Estados Unidos el próximo 12 de agosto y que podría ampliarse a otras partidas de vino español, así como el Brexit, previsiblemente sin acuerdo, que se debería ratificar el 1 de enero de 2021.
Cooperativas Agro-alimentarias de España valora las medidas extraordinarias puestas en marcha para hacer frente a la crisis provocada por el COVID-19, destilación de vino, almacenamiento privado de vino y cosecha en verde, además de la limitación de rendimientos y la declaración de la cosecha de uva por parcela. Sin embargo, necesitamos que estas medidas continúen en próximas campañas y se doten de un presupuesto extraordinario de la UE equivalente al programa de ayuda al sector del vino de cada país, para utilizar durante tres años, y que cada país adaptaría con las medidas que se ajusten a su problemática específica.
Cooperativas Agro-alimentarias de España solicita al Ministerio de Agricultura que avance y apruebe la norma de comercialización en el sector del vino, de acuerdo al artículo 167 del Reglamento 1308/2013, con medidas para incrementar la calidad y el valor de todos los productos vitivinícolas, cuyo objetivo es dotar de estabilidad y calidad a toda la cadena de valor del vino, evitando desequilibrios puntuales de mercado.
“Si bien se presenta una campaña atípica por la situación actual”, señalan las mismas fuentes, “confiamos en el buen saber hacer de los viticultores y las bodegas para continuar comercializando nuestros buenos vinos tanto en España como en los mercados internacionales”.
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Escenario en Castilla-La Mancha
Por su parte, la Asamblea de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha dado a conocer unas previsiones de cosecha de 25,5 millones de hectólitros de vino y mosto en la comunidad autónoma y de 43 millones en España, según ha informado el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha Ángel Villafranca y el portavoz de Vinos de la organización, Juan Fuente Rus.
Así, las previsiones de vendimia apuntan a una cosecha un 27% mayor que la campaña pasada en la región (siempre que las condiciones climatológicas se mantengan estables) lo que supondría una producción de alrededor de 25,5 millones de hectólitros de vino y mosto. A nivel nacional, y tras la reunión con las federaciones de cooperativas del resto de regiones españolas el pasado 21 de julio, se estima un aumento del 14% más que en 2019, para situarse en los mencionados 43 millones de hectólitros.
Ello se debe a diversos episodios meteorológicos y enfermedades criptogámicas que han hecho mella, fundamentalmente, en el resto de España, mientras que en Castilla-La Mancha, aunque ha habido fenómenos tormentosos, no se ha registrado la misma incidencia, de modo que será el calor del verano, sobre todo en las viñas de secano, lo que, en todo caso, podría alterar las previsiones actuales.
Enlace de campaña
Por otro lado, la Asamblea de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha indica que la previsión de cosecha enlaza con un final de la campaña 2019/20 que, tras la ejecución de dos millones de hectolitros de vino con destino a la destilación de crisis en España, podría haberse equilibrado, a pesar de las consecuencias de bajada de consumo generalizado provocada por la pandemia de la Covid-19; con unas existencias finales previsibles ligeramente inferiores a la campaña anterior.
Previsiones de una campaña comercial complicada
Sin embargo, la organización cooperativa prevé una campaña comercial 2020/21 complicada, que muy probablemente seguirá necesitando de medidas extraordinarias para su equilibrio, en un contexto mundial en el que se incrementarán las producciones, pero en cambio el consumo de vino seguirá resintiéndose. “Y es que todo apunta”, subrayan fuentes internas, “a que el consumo mundial de vino, al menos en los tres próximos años, disminuya respecto a los 244 millones de hectolitros de los que la Organización Internacional de la Viña y el Vino informaba en 2019”.
Conclusiones y medidas propuestas por la Asamblea Vitivinícola de Castilla-La Mancha
Tras los datos analizados, Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha solicita que, para al menos la próxima campaña 2020/21, se permita a que cada estado miembro pueda incluir dentro de su Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASV) las medidas de regulación que se han introducido en la campaña 2019/20, es decir, destilación de crisis, almacenamiento privado y cosecha en verde.
Seguir incidiendo ante todos los estamentos, especialmente en el comunitario, sobre la necesidad de habilitar para el sector vitivinícola un presupuesto extraordinario suficiente para poder paliar las consecuencias derivadas de la caída de consumo global de vino provocada por la pandemia de la COVID-19,
En tercer lugar propone que mientras el desajuste entre oferta y demanda provocado por la pandemia perdure, en el ámbito europeo, y empezando por España, se apruebe el mínimo posible que la reglamentación europea contemple respecto a la adjudicación de nuevas autorizaciones de plantación, empezando por la próxima campaña 2020/21.
En cuarto lugar, y entre otras de las reivindicaciones, insistir en la aprobación de la norma de comercialización del paquete de medidas que se aprobaba en la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) a propuesta de Cooperativas Agro-alimentarias y del sector productor en general, insistiendo en medidas de autorregulación y en la moderación de rendimientos agronómicos de los vinos que no dispongan de ningún tipo de limitación en su pliego de condiciones particulares, incidiendo como objetivo fundamental en medidas encaminadas a la calidad y al aumento de valor de todos los transformados vitivinícolas.