Alrededor de 200 profesionales asistieron en Cuenca, del 15 al 17 de marzo, al segundo congreso anual organizado por el Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha (COECM). Al igual que en la pasada edición, el evento volvió a hacer especial hincapié en el reconocimiento de la figura del enólogo como elemento vertebrador del sector vitivinícola. Dada la importancia económica que las bodegas y cooperativas tienen en la mayoría de los pueblos de Castilla-La Mancha, el enólogo cumple un papel fundamental como responsable directo de la elaboración de los vinos, según manifestó el presidente decano del COECM Miguel Ruescas.
El Congreso celebrado en la capital conquense se convirtió durante tres días en el epicentro vitivinícola regional, con la presencia, además, de autoridades, como el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, que estuvo presente en el acto de inauguración, así como el alcalde de la ciudad anfitriona, Ángel Mariscal, y el presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto Valencia, que protagonizaron el acto clausura.
De izquierda a derecha: José Manuel Aranda (Biocor), Ángel Mariscal (alcalde de Cuenca), Francisco Martínez Arroyo (consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha), Miguel Ruescas (decano del COECM), Benjamín Prieto (presidente de la Diputación Provincial de Cuenca), Ángel Mario Hierro (Verallia), y Fernando González (Enartis). Fotografía: COECM.
En este sentido, el consejero Martínez Arroyo puso el acento en el aumento del 18% de las ventas de productos vitivinícolas en la comunidad autónoma, la cifra más alta registrada tras la experimentada en 2016. Además, el responsable de la cartera de Agricultura del ejecutivo autonómico aprovechó para subrayar la importancia que tendrá la futura implantación del grado de Enología que se incorporará a la oferta académica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Este año el Congreso ha contado con la colaboración de un total de 28 empresas, gracias a las que se ha programado una completa oferta de ponencias técnicas de gran interés para el sector, que han puesto de relieve que, en el ámbito de la industria vinícola, la tradición puede ir de la mano de la innovación. También se organizaron una serie de talleres, en los que los asistentes interactuaron activamente en aspectos tales como la eliminación de defectos y afinamiento del vino antes del embotellado, la identificación de precipitados en el embotellado y el llamado efecto boomerang del vermú.
Las sesiones de cata constituyeron una de las actividades más demandadas por los enólogos asistentes. Fotografía: COECM.
Otras de las actividades que más interés despertaron entre los asistentes fueron las catas comentadas por profesionales de prestigio como el Master of Wine MW Andreas Kubach, Antonio Palacios, José María Bravo y Pedro Tienda, a través de las que los ponentes buscaron darle un giro a la percepción del vino por medio de los sentidos.
En definitiva, según fuentes de la organización, el “II Congreso del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha”, gracias al apoyo de los colegiados y colaboradores, ha logrado cumplir su misión principal de continuar promoviendo la cultura del vino y fomentar todo tipo de conocimientos sobre este sector.