La estimación de cosecha realizada por Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha el pasado 28 de julio, a las puertas del inicio de la vendimia, apunta a una producción de alrededor de 36 millones de hectolitros de vino y mosto en toda España, lo que supone una caída en relación a la media del último lustro y, más concretamente, un recorte de cinco millones de hectolitros respecto a la campaña anterior, en la que se contabilizaron 41 millones de hectolitros, un 12% menos. Tras la tregua lluviosa que se registró entre mediados de mayo y principios de junio, el calor del estío ha sido, de nuevo, protagonista.
Por lo que se refiere a Castilla-La Mancha, la organización cooperativa, que representa más del 75% de la producción y transformación de la mayor región vitivinícola del mundo, sitúa la previsión en 20 millones de hectolitros de vino y mosto, una disminución, igualmente, del 12% frente a los 22,8 millones cosechados en la campaña anterior. La merma en la cosecha sería consecuencia, de acuerdo a este análisis, de la sequía que ha padecido la vid desde la vendimia anterior, con un invierno y una primavera extremadamente templados y secos, pese a que entre mediados de mayo y principios de junio se registraron precipitaciones generalizadas entre 100 y 120 litros por metro cuadrado que aliviaron parcialmente el cultivo. “El verano”, sostienen, “está siendo muy seco y caluroso, con sucesivas olas de calor superando los 40ºC, lo que está deteriorando enormemente el desarrollo vegetativo, en especial en los secanos”.
Estas son las principales conclusiones que los presidentes, gerentes y técnicos de las bodegas cooperativas expusieron el día 28 de julio durante la tradicional Asamblea de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, celebrada en la sede del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (Iriaf) de Tomelloso, para informar sobre las claves legislativas, productivas y comerciales de la próxima campaña vitivinícola.
El portavoz sectorial de Cooperativas, Juan Fuente, ha reconocido que “el cuajado de las principales variedades tintas, la tempranillo y, sobre todo, la bobal, variedad típica de La Manchuela, que ha sufrido marchitez fisiológica, no ha sido del todo satisfactorio; mientras que respecto a la blanca airén, sí que se espera una cosecha media, al estar mejor adaptada a situaciones climáticas extremas”. Por provincias, “se espera una bajada del 15-20% de la producción vitivinícola en Albacete, Cuenca y Toledo, donde la sequía ha hecho más mella, mientras que Ciudad Real, en la que abunda la variedad airén y suele contar con mayores riegos de apoyo, se prevé una cosecha algo menor a la del año pasado”
Las principales amenazas que se ciernen sobre el sector vitivinícola en la actualidad, según afirma el portavoz vitivinícola cooperativo son: “la desaceleración del consumo mundial influido por la guerra en Ucrania, la aún no recuperación de las importaciones chinas, la bajada del consumo interno de los países productores europeos, y la fuerte caída en los principales mercados de exportación provocado por la inflación y los altos costes de producción”, unido a amenazas legislativas, como la irlandesa, que no ayudan a recuperar el consumo en la UE.
Fotografía: Pixabay
Previsiones en España y Europa
En el ámbito nacional, a falta que Cooperativas de España haga pública su previsión oficial a mediados de agosto, se mantiene la estimación de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha de 36-36,5 millones de hectolitros para esta vendimia. “El mantenimiento de producciones moderadas, por debajo de la media de los últimos cinco años, tanto en España como en Castilla-La Mancha, está amortiguando en parte el desequilibrio entre la oferta disponible y la demanda, sobre todo, en los vinos tintos”, comenta el portavoz de vinos, aunque algunas regiones españolas, como Extremadura y Cataluña e, incluso, La Rioja y el País Vasco, han tenido que acudir de forma extraordinaria a medidas de corrección de excedentes almacenados de este tipo de vinos vía destilación de crisis.
En el contexto europeo, se estima que Francia volverá a una campaña que superará la media, agravando posiblemente una acumulación de excedentes pendientes de eliminar vía destilación de crisis, mientras que Italia se mantendrá en torno a los 50 millones de hectolitros, a pesar de las inundaciones en Emilia Romagna y la sequía en las regiones del sur, ya que las regiones del norte mantendrán una cosecha cercana a las dos campañas anteriores, con independencia de los episodios de pedrisco en Friuli-Benetto. “Todo ello, unido a la segura disminución de la producción en España y Portugal, configuraría”, a juicio de Cooperativas Agro-alimentarias, “una campaña productiva alrededor de los 160 millones de hectolitros, inferior a los 168 millones de media de los últimos cinco años (-4,7%).
Existencias de vino
En relación al estocaje de vino en España a 31 de julio de 2023, podrían rondar los 36 millones de hectolitros de vino, de los que Castilla-La Mancha contribuiría con algo más de 9,5 millones de hectolitros de vino, aparte de 1,90 millones de hectolitros de mosto. Unas cifras muy similares a la situación con la que concluyó la campaña anterior, si bien se prevé menos vino que de mosto, en concreto, alrededor de medio millón de hectólitros de diferencia entre ambos tipos de producto, cifras evaluadas por la Asamblea como muy razonables.
Números que a juicio del portavoz sectorial cooperativo “suponen un buen funcionamiento de las salidas, sobre todo, en Castilla-La Mancha, desde donde se habría hecho un esfuerzo importante en aligerar existencias, tanto en exportación como en las diversas salidas en el mercado nacional, habiendo sacado cerca de 23 millones de hectolitros de vino y mosto en toda la pasada campaña 2022/23”, es decir, a un ritmo de 1,9 millones de hectolitros de vino y mosto al mes.
En el conjunto europeo sí que se prevé, según la Comisión Europea, una acumulación de 171 millones de hectolitros de vino, cifra que supera en más de cuatro millones de hectolitros las existencias de un año antes y que, posiblemente, serán paliadas a través de las destilaciones de crisis que algunos estados puedan habilitar.
Novedades legislativas
La Asamblea de Cooperativas Agro-alimentarias también abordó las novedades legislativas sectoriales más significativas como consecuencia de la aplicación en Castilla-La Mancha de las medidas de intervención en el sector vitivinícola (ISV): reestructuración de viñedo, cosecha en verde, inversiones, promoción en países terceros y eliminación de subproductos, además de otras normativas que serán de aplicación durante la próxima campaña.
Asimismo, se analizó con cierta tranquilidad que no se aumentará el porcentaje de prestación vínica para su destino a alcohol a más del 10% debido a que las existencias y la producción de esta campaña serán muy moderadas y, en cualquier caso, inferiores a la media de los últimos cinco años. Al igual que es muy probable que en la próxima campaña no exista en Castilla-La Mancha limitación del grado de alcohol en potencia mínimo de la uva para la elaboración de vinos para la campaña 2023/24.
Por último y para finalizar la asamblea, se hizo un llamamiento a la moderación y a la responsabilidad compartida en cuanto al control de los rendimientos agronómicos, la diversificación de la producción respecto a la tipología de vinos y mostos para abastecer a la industria transformadora de concentrados y alcoholes, y cuidar la gestión de entrada de uva en bodega, su pago diferenciado por calidad y el aseguramiento de la trazabilidad.