La sección "In Vino Veritas" publica por entregas el libro "Mitos y leyendas del vino" (AMV Ediciones), escrito por el enólogo, doctor en Biología y divulgador Antonio Tomás Palacios García, que ha sido seleccionado como mejor libro español sobre bebidas del año 2016 por el jurado de Gourmand Awards.
A continuación, se ofrece el capítulo séptimo titulado "Los vinos ecológicos son más caros y hay que perdonarles la vida", en el que el autor defiende su consumo y los niveles de calidad alcanzados. "No es necesario", ironiza, "pertenecer a ninguna sigla ni comulgar con razón política ni tendencia de pensamiento. Los elaboradores de vino ecológico trabajan duro para que disfrutemos todos de su entusiasmo y devoción con lo que obtienen, sobran entonces los falsos prejuicios".
"MITOS Y LEYENDAS DEL VINO" (Editado por AMV Ediciones)
Capítulo 7.- Los vinos ecológicos son más caros y hay que perdonarles la vida
Cuántas veces habrá que reincidir en que el producto ecológico no tiene nada que ver con la imagen que muchos tienen de la manzana manchada con la cabeza del gusano asomando y que encima es más cara que la tradicional, que se muestra siempre brillante y bien gordita. Compartiendo radio con un productor de vino eco1 y convencional nos comentaba que muchos "enoturistas2" rechazan el ecológico e imploran un buen trago de vino, pero del otro...
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica (IFOAM) define a la agricultura ecológica -viticultura incluida- como: "un sistema de producción con manejo holístico que promueve y fortalece la salud del agroecosistema, incluyendo la biodiversidad, los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo".
El vino ecológico es, pues, elaborado a partir de uvas cultivadas en ecológico sin emplear compuestos sintéticos. La viticultura ecológica aplica entonces métodos biológicos en el control y prevención de plagas, enfermedades y manejo de adventicias.
Más allá de normativas, el objeto de la vitivinicultura ecológica es producir suficiente cantidad de uva y vino de alta calidad, trabajando de manera sinérgica con los ciclos naturales y sistemas vivos, reconociendo el amplio impacto social y ecológico de todo el proceso: vinos socialmente solidarios y responsables con el medioambiente y seguros para la salud de las personas.
Pues bien, aprovechando estas líneas trataremos de presentar algunas razones para desmotar este falso mito. Para empezar, España no solo tiene la mayor superficie de viñedo a nivel mundial, sino que además es un país con unas condiciones climáticas óptimas para que gran parte de su viñedo goce del concepto ecológico en el más amplio sentido del término, esté o no amparado por los organismos acreditadores. Se trata entonces de una ventaja competitiva que disminuye drásticamente el riesgo del fracaso en el sistema de producción eco. Sirva como ejemplo la gran parte del viñedo destinado a la producción de cava en Cataluña, que es esencialmente ecológico.
El vino ecológico es fuente de buenas noticias, no solo como producto de calidad, sino también por su evolución. Con más de 83.000 hectáreas, España es el líder internacional en superficie cultivada, con un avance sustancial desde las 17.600 hectáreas en 2010 a las 83.931 hectáreas actuales, adelantando a Italia y Francia. Son muchas y muy importantes las bondades de la viticultura ecológica, que además fomenta el empleo de productos naturales, como abonos orgánicos, corcho o envases más respetuosos con el medio ambiente. Incluso requiere algo más de mano de obra humana, cosa loable si consideramos las elevadas tasas de desempleo que sufre la sociedad española en estos momentos. Un vino ecológico tiene un elevado componente ético, invitando al respeto hacia el medio ambiente y hacia los propios seres humanos. El valor ético sobrepasa muchas veces el económico en estos vinos.
No se puede asegurar de forma determinante, pero sí apostar por el reconocimiento de los vinos ecológicos como vinos de alta calidad sensorial, ya que son muy auténticos, singulares y tienen muy marcado el carácter "terroir3" al estar muy expuestos a las condiciones de su medio ambiente, tanto a nivel de clima como de suelo, ya que la planta debe reaccionar en consecuencia con su entorno por sí misma y con sus propios recursos metabólicos y defensivos, lo que sin duda afecta a los matices de la uva y del vino. Por otra parte, los vinos ecológicos son sistemáticamente analizados por terceros, por lo que sus compromisos son verificables. Así, cuando están certificados y aparecen con el sello eco en su etiqueta, son percibidos como productos fiables.
Respecto a la segunda parte del mito, los vinos ecológicos no tienen por qué ser necesariamente más caros. En España, los productores de vinos ecológicos forman un tejido empresarial de pequeñas bodegas, casi todas ellas familiares, soportando costes elevados que deben repercutirlos en el valor del producto final, pero como la gran mayoría de empresas de tamaño equivalente. La propia producción de uva y vino ecológico supone grandes esfuerzos a nivel de trabajo y debe asumir ciertos riesgos y estos son aspectos macroeconómicos importantes a tener en cuenta. Sin embargo, la necesidad de vender la producción obliga a tener precios competitivos.
En la actualidad, los eco-productores4 no son ya cuatro hippies que se reúnen en la bodega para practicar sus ritos de comunión con la tierra, sino que abundan los emprendedores y empresarios que conocen su trabajo, invierten en el ecosistema y buscan beneficios en el fruto de su esfuerzo.
En este marco es necesario un reajuste para ser competitivos, por lo que los precios no son ya un problema para optar al vino ecológico. Además, algo está sucediendo, grandes bodegas españolas han comenzado a comercializar sus productos "eco" llenos de mimo y elaborados con las tecnologías más competitivas, lo que abrirá aún más la oferta, adecuándose a todos los bolsillos y nichos de mercado.
Ya no es excusa entonces. El ecovino está rico y al alcance de cualquiera, no es necesario pertenecer a ninguna sigla ni comulgar con razón política ni tendencia de pensamiento. Los elaboradores de vino ecológico trabajan duro para que disfrutemos todos de su entusiasmo y devoción con lo que obtienen, sobran entonces los falsos prejuicios. Su reconocimiento oficial certificado es sin duda un sello de garantía que debe ser reconocible para el consumidor.
1. eco: diminutivo para referirse al concepto ecológico.
2. enoturistas: personas que practicanturismo especializado desarrollado por bodegas y organizaciones oficiales en ciertas regiones vitivinícolas de prestigio.
3. terroir: término francés para hacer referencia al terruño; el suelo que junto al clima y la variedad definen el tipo de vino.
4. eco-productores: productores de uva y vino comprometidos con la sostenibilidad.
CONSULTAS Y PEDIDOS
Título del libro: "Mitos y leyendas del vino".
Autor: Antonio Tomás Palacios García (Dr. en Biología y enólogo). Profesor de la Universidad de la Rioja.
Páginas: 244. Encuadernación en tapa dura. Papel cuché. Tamaño: 24 X 17 centímetros. Peso: 650 gr.
Ilustraciones: más de 90 a todo color (fotografías y dibujos).
Año: 2016 (1ª Edición). ISBN: 978-84-945166-3-4.
Precio: 24 euros.
Consultas y pedidos:
amvediciones@amvediciones.com
Madrid
Teléfono: 91 5336926
Este libro es muy interesante tanto para enólogos como para el gran público y, por ello, publicamos algunos capítulos. Anímense a comprarlo. Merece la pena.
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